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lunes, 20 de julio de 2020

Empuñar lanzas, de nuevo?

Un humilde homenaje a Santiago Manuin

I
Fines de los años 70. Recuerdo que paseando mi forzoso paro por la vieja Lima siempre terminaba hacía el medio día, cuando acababa la jornada de búsqueda de una chamba, en librerías de viejo por la plaza Francia y alrededores. Me gustaba entretener mi hambre leyendo todo tipo de revistas y libros, aprovechando, como esos jóvenes que recordaba Galeano, que en cada visita pudiera abordar otro capítulo de su ópera prima o simplemente iniciar una nueva lectura. Creo que a fuerza de amor por leer iba cada vez más temprano, total los trabajos siempre escaseaban y los libros no. En una de esas oportunidades me topé con una galería, repleta de libros y anaqueles de fierro. En la última fila, contigua a un zaguán que fácilmente nos comunicaba con otros puestos de venta, encontré un verdadero tesoro. Para lecturas rápidas, cómodas, fácilmente digeribles y básicamente baratas, porque se podían alquilar, estaban las revistas El Tony y D´Artagnan, de las que más recuerdo, y alguna que otra más.


Algunas portadas de verdaderas revistas de historias gráficas
II
Títulos como Pehuén Curá, El capitán Camacho, El Chumbiao, Santos Vega, Martín Toro o Cabo Savino, que venían por episodios que podían o no ser contiguos en el tiempo, casi como las historias de Rayuela, y cuyos héroes se desenvolvían como soldados o baqueanos del ejército argentino, casi siempre del lado oficial, internándose en las pampas o en el desierto y siempre en expediciones punitivas respondiendo casi con similar reciprocidad los malones organizados desde los tolderíos de unos pueblos extraños, que entonces me parecían casi ficticios, con nombres medios raros, mala apariencia, rostros filosos, ojos brujos y siempre con un facón al cinto, o aguardando muy pacientemente la acción sorbiendo un mate.


Gilgamesh y Nippur, mis héroes juveniles

III
Otras ilustraciones, y otros textos, no me revelaban sino mucha imaginación y futurismo, acercarme a Gilgamesh, el Noé sumerio que era inmortal y viv en todas las épocas, peleando en muchos ejércitos, casi siempre del lado equivocado, creo; y, también Nippur, personaje de la Edad del Hierro, líder de alguna de las ciudades Estado de la magnífica Sumeria, cuna de todas las civilizaciones, que hoy ha sido convertida en un rosario de pueblos hambrientos y miserables y basurero de proyectiles de uranio empobrecido. Y pensar que decían, al igual que para la Libia bombardeada por la Otan, que era un país que había alcanzado un notable desarrollo y ambas despuntaban en el Medio Oriente. ¿Será que los judíos sionistas prefieren un mosaico de estados fallidos conviviendo con huestes del integrismo islámico financiadas por los saudíes que los quieren hacer más pobres con sus guerras santas?




IV
Pero, amagando la historia y volviendo a las lecturas juveniles, debo reconocer que fueron los primeros personajes de esas inolvidables historias, esos que se enfrentaban a los indios malos de la pampa, emergidos de tolderíos miserables y montados siempre en magníficos corceles, alguna vez envidiados por sus perseguidores, como en aquel western-ficción “Yo, gran cazador”, hermosa metáfora del conflicto entre indios y blancos, en el que un joven cazador, encarnado por Martin Sheen, se enfrentaba a un indio por la posesión de un hermoso caballo blanco, que era propiedad del indio como las tierras de las que los expulsaron. Esos personajes eran los que me atraían un poco más. La mayoría de los huincos que pertenecían al ejército argentino tenían las características del gaucho empobrecido y, gracias a excelentes guionistas gauchos, hasta la manera de expresarse del gaucho que empobrecido se alistaba en la milicia para que, en la noble “misión civilizadora” de Rosas o de Urquiza o de Sarmiento despoblaran la pampa y el desierto de “indios malvados”. Por eso se pintaba a los ranqueles o a los tehuelches que no aceptaron el providencialismo de esos “visionarios” dirigentes políticos, casi siempre espoleados y financiados por los grandes ganaderos y los latifundistas, como indios insensibles, malos, cuyos cráneos fueran tema de estudio para criminólogos como Lombroso y otros, que tenían tanta fama en esos tiempos convulsionados y que aseguraban que esas características, las del indio, también correspondían al del ser degradado genética y físicamente, justificando más el exterminio.


Juan Calfucurá, con uniforme militar

V
Hoy se sabe que no son las características físicas las que determinan la criminalidad de tal o cual sujeto. Al igual que tener piel blanca no mejora tus intenciones y tus cualidades. Los americanos que les quitaron sus tierras a los comanches, navajos, etc. son tan blancos como aquellos argentinos que expoliaron y también casi exterminan a los tehuelches, ranqueles, mapuches, etc. Por eso es que algunas asociaciones de derechos que tal vez no consigan que les devuelvan sus tierras ni el estado ni la transnacional Benetton, están luchando por su honor y dignidad, pues quieren que se devuelvan los huesos y cráneos de los tokis y lonkos que están arrumados como piezas en museos antropológicos, como el que fundó Perito Moreno, porque órdenes administrativas y militares empoderaron a pretendidos justicieros de esa oficialidad huinca para exhumar irrespetuosamente los restos, por ejemplo, del gran cacique Juan Cafulcurá, mal llamado el Atila de las pampas. Que, algunos jefes como Cipriano Catriel sirvieran para las armas argentinas no mengua la grandes virtudes de aquella raza que se opuso a los designios de los que querían apropiarse de las tierras y del Estado genocida que los apoyaba en su latrocino.


Episodios de la matanza de Cholula. Por Félix Parra.
VI
Los pueblos originarios vuelven a sufrir parecidas calamidades a las que sufrieron cuando los españoles invadieron estos feraces territorios. Mal equipados para resistir enfermedades occidentales, porque no las conocían, nuestros ancestros indígenas no pusieron soportar ni la viruela ni el sarampión ni la sífilis que traían las huestes de Pizarro o las de Cortez. El número de víctimas de las matanzas de Cajamarca o de Cholula, empequeñece con las nada comparables cifras de asesinados que murieron por estragos epidemiológicos o a aquellas que murieron por esa otra fiebre de riquezas que ya traían los occidentales y cristianos y que trastocando el sistema de la mita indígena convirtieron éste sistema de trabajo ritual en un sistema de trabajo esclavo, que impusieron y que entre ambas causas, la mita y las enfermedades, se convirtieron en la principal razón de la implosión demográfica ocurrida en el Tahuantinsuyo.


Compatriotas no contactados en la frontera con Brasil

VII
Hace muy poco murió Santiago Manuin con afecciones que el Covid-19 de por sí letal había potenciado y que devastaron su organismo ya debilitado por la diabetes y los 8 balazos que le encajó con furia asesina la policía a órdenes del presidente suicida. También José Tijé Huaracho, uno de los más reconocidos líderes de Madre de Dios, acaba de fallecer por efectos de la indetenible pandemia. En este caso no solamente fueron sus debilitados organismos los que no pudieron resistir. También se sumó un sistema sanitario destrozado y mal equipado por las políticas de ajuste permanente de los últimos gobiernos en los últimos 30 años. Y no solo en el Perú el covid-19 se está ensañando con nuestros pueblos originarios, y hasta en aquellos que estableciéndose en las reservas indígenas tratan de aislarse para escapar de la muerte, es decir, ni el aislamiento puede evitar el contagio, nada les salva del destino cruel. Recientes informes nos indican que pueblos originarios del sur de nuestra América, de Chile y de Argentina como los Qom, Mbya, Moqoit, Mapuche, Guaraní, Tupí Guaraní, Avá Guaraní, Kolla, Diaguita, Wichí, Huarpe, Chorote, Chulupi, Sanavirón, Ranquel, Wehnayek, Atacama, Lule, Quilmes, Mapuche-Pehuenches, Tehuelches, Mapuche-Tehuelches, Selk‘nam, Haush y Selk‘nam-Haush, también están sufriendo el ataque de la pandemia con resultados que nos sugerirían genocidio planificado o dirigido.


Edwin Chota, líder asesinado por madereros ilegales

VIII
Será posible que podamos aceptar como normal que hay un serio y criminal intento en despoblar el campo, tal como antaño lo intentaron con políticas centralistas, con industrializaciones dirigidas a las urbes, con guerras sucias y esterilizaciones forzadas, amén de endilgarles una pobreza estructural para eliminarlos y forzar, como quiso hacer el presidente suicida, y que por suicida no deja de ser asesino y ladrón, despoblar la selva de los famosos “perros del hortelano” para venderla literalmente a precio de ganga a los intereses extranjeros, porque los nacionales siempre son los cobardes segundones que nunca arriesgaron nada, ni las coimas a ofrecer como lo demuestra el escándalo de las constructoras en el penoso caso Lava jato.
La gran pregunta es ¿quieren volver a verlos dignos y orgullosos portando sus lanzas y pintados para la guerra?¿Encabezados por Edwin Chota y los tres dirigentes ashaninkas que fueron asesinados por madereros ilegales?¿Para no solamente recuperar sus tierras sino también para volver a ser libres, respetados, con iguales derechos que los demás, los quieren volver a empujar a la violencia?
Es que hay gente que nunca aprende.
Asesinados por madereros ilegales



viernes, 5 de junio de 2020

De nacionalismos, discriminación y actos de heroísmo

Napoleón Bonaparte


I
Recuerdo una notable anécdota sobre el singular carácter e inteligencia de Napoleón Bonaparte, uno de mis personajes históricos favoritos. El hecho apunta a resaltar el heroísmo, la valentía, la audacia, etc., como cualidades innatas de cualquier soldado - incluido Napoleón, claro está - y siempre desde la óptica de nuestro recordado general. Una vez, relatan sus biógrafos no oficiales, necesitaba urgentemente contar con los servicios de un espía. No se presentaron muchos voluntarios para tal encargo, pues tampoco había muchas plazas, y precisamente, no existían tantos espías en el ejército de su futura majestad imperial porque nadie había logrado establecerse con éxito tras las líneas enemigas y cumplir eficientemente con tal encargo.
Se requería, entonces, de cualidades muy especiales, cualidades con las que solamente debe contar un espía de calidad indiscutida. Le presentaron, durante el día, muchos candidatos y, cuando ya se acababa la fila de pretendientes, distinguió a un peculiar hombre que llamó sobremanera la atención del vivaz y pequeño corso. Tenía el rostro y las partes visibles del cuerpo repletas de marcas de arma blanca, laceraciones por proyectil de arma de fuego, cicatrices causadas por alambres de púas, era tuerto del ojo izquierdo y con una leve cojera en la pierna del lado izquierdo, vaya a saber uno por qué.
Era, a pesar de todo, un sujeto todavía interesante e imponente, aunque, en opinión de cualquier no especialista, inservible para el delicado y secreto encargo. Napoleón, sin embargo y contra todo pronóstico, le dio el empleo aduciendo que solo un hombre como él estaba dotado para superar cualquier obstáculo y solo habría que, para calificar merecidamente su valor e integridad – adujo el pequeño corso -, fijarse como quedaron los hombres que se le pusieron enfrente.
La toma de La Bastilla

II
Cuando mencionamos la palabra Chauvinismo, por lo general, aludimos a la exaltación o enaltecimiento exagerado de las cualidades o características de una determinada nación. Lo que coloquialmente conocemos como patrioterismo, entonces, tiene su origen en lo que podía resultar en el imaginario del pueblo francés, ser el modelo del soldado ideal de los ejércitos de Francia, siempre enfrentada, por querer exportar sus valores republicanos, con las monarquías conservadoras de Europa, incluyendo la que estaba al otro lado del Canal de la Mancha.
Más, cuando hubo que ir en busca del modelo o paradigma que reuniera todas las virtudes y cualidades de lo francés, porque se necesitaba un personaje muy especial para presentarlo como vivo ejemplo de las virtudes del pueblo galo y sus guerreros históricos - se me viene a la mente Vercingetórix -, o de cualquier miliciano de extracción popular que defendiera la República y sus valores, se eligió al nada real Nicolás Chauvin,
Se imaginó la existencia de un ciudadano que prestó servicios en el ejército de Napoleón que se llamaba Nicolás Chauvin y que tenía los méritos para ser el modélico soldado que encarnara las virtudes del soldado francés. No tenían que referirse al Soldado Desconocido como en otras tradiciones. Se dijo mucho, en salones y plazas, que el heroísmo de Chauvin era proporcional a su exhibicionismo y falta de modestia. Años más tarde, estas pretendidas cualidades fueron objeto de burla de los mismos que lo idolatraron en lugares que no encontraremos jamás heroísmo ni amor a la patria: en los lupanares y en los espectáculos del vodevil francés.
Pues bien, a lo que quería llegar era que el imaginado Chauvin, por sus merecimientos y ganas para combatir defendiendo a su patria, luciendo con orgullo sus heridas y mutilaciones, fue el elegido para ejemplificar al patriota francés, por lo que, en adelante, se identificó como chauvin a todos los soldados que tuvieran estas características.
Policías en la manifestaciones por la muerte de G. Floyd

III
Un ciudadano afroamericano llamado George Floyd fue intervenido por la policía de la ciudad de Minneapolis, detenido por la presunta entrega de un billete falsificado. Policía blanco, infractor negro. Uno de los agentes que lo intervino le aplicó un procedimiento inusual para inmovilizarlo y al cabo de 8 minutos y 46 segundos, George Floyd dejaba de respirar, dejaba de existir.
En diversas ciudades de Estados Unidos de Norteamérica, desde hace unos días son continuas las refriegas y los enfrentamientos de la población civil, afroamericana básicamente, votantes por los demócratas siempre, con la policía y con la guardia nacional y esperemos que no lleguen a chocar con el ejército, pues seguramente los acólitos de Trump aconsejarán sacarlo a las calles para conjurar la rebelión y las manifestaciones por el cobarde asesinato de Floyd.
Una sociedad que es sistemáticamente racista, porque los que más sufren las consecuencias del uso excesivo de la fuerza por parte de personal policial son los afroamericanos, siempre votantes de los demócratas. Una sociedad en la que seguramente seguirá campeando la injusticia y el abuso, es decir la impunidad, es nuevamente, escenario de brutalidad policial contra los más débiles y desprotegidos. El sistema de justicia no funciona, los policías tienen un poderoso sindicato que es a la vez un poderoso lobby y un desinteresado publicista de armas letales, y, para colmo de males, las administraciones que se suceden agregan más inseguridad e impunidad porque, por ejemplo, Trump deshabilitó por completo todas las medidas que Obama implementó para disminuir un poco esta violencia después de los ataques a ciudadanos negros que se produjeron en Ferguson y Baltimore. Policía blanco, presunto infractor negro.
Bueno, que esperar de una sociedad donde el sentimiento supremacista de los blancos no ha sido ni siquiera suavizado con las multitudinarias protestas civiles que arrancaron, a pesar de todo, derechos importantes y eliminaron, por ejemplo, el estatus de ciudadanos de segunda categoría que tenían los afroamericanos. Malcolm X y Martin Luther King, las dos opciones que se tenían para enterrar este maltrato histórico, fueron asesinados y no se sabe hasta la fecha quienes fueron los autores. Aunque se especula que, en el caso de Malcolm Little, líder de las Panteras Negras, afroamericanos como él, colaboraron, para su ejecución, con las fuerzas siniestras de siempre.
George Floyd es una de las tantas víctimas, no será la última. El racismo y la discriminación de los wasp comenzaron el mismo día que se asentaron los colonos ingleses del Mayflower en suelo americano. Policía blanco, ciudadano negro.
Policías y civiles enfrentados en EE.UU.

IV
Paradójicamente, Trump está alimentando una especie de patrioterismo, desde que llegó al poder. Un sentimiento o un conjunto de sentimientos que calan muy bien con el espíritu norteamericano, porque desde su fundación especularon que había un Destino Manifiesto para ellos, algo así como sentirse la nación excepcional para dirigir los destinos el mundo.
Un estado de ánimo que si se administra en dosis suficientes la motivación para sacarlo a flote, alegando que hay que invadir tal o cual país, para aplastar a tal o cual tirano, proporcionará siempre suficientes voluntarios y multitudinarios apoyos, en, para colmo de males, una población compuesta por blancos y también por afroamericanos.
Con respecto a los afroamericanos, y enfocándonos solamente en la realidad que siempre ha vivido “el país de las libertades y la democracia”, recordemos con Atilio Borón que Gunnar Myrdal, economista sueco ganador del Premio Nobel, al investigar las causas del problema que representaban tanta discriminación y cifras que reflejaban tantísima desigualdad en la nación más poderosa del mundo, “concluyó su estudio diciendo que Estados Unidos tenía un problema, pero era de otro color: blanco.”
Martin Luther King

V
Encontramos ésta definición en casi todos los diccionarios en línea: “El chauvinismo suele ser utilizado como arma política para persuadir a la población alimentando su sentimiento patriótico. Apela, en ese sentido, a la emoción por encima de la razón. Suele estar asociado a ideologías totalitarias, xenófobas y racistas, como, por ejemplo, el nazismo.” Nosotros agregaríamos: el trumpismo, que con su lema America first ganó el voto de los blancos empobrecidos básicamente por la competencia china que ellos mismos contribuyeron a construir cuando decidieron trasladar sus fábricas a China y otros países, porque pagaban mucho menos salarios, las ganancias eran fabulosas y, además, el futuro les sonreía a estos grandes empresarios globalizadores, pues tenían a su merced un mercado cautivo de más de mil millones de posibles consumidores. America First, entonces, es el sentimiento de quienes, como Donald Trump se sienten capaces de mantener una política exterior que pone el acento en el nacionalismo estadounidense (son la nación privilegiada), el unilateralismo (sancionan a todo el mundo con leyes cuya aplicación convierten en extraterritorial e intervienen matando a diestra y siniestra donde les da la gana), el proteccionismo (libre comercio y aranceles solo para los demás) y el aislacionismo.
Malcolm X, la otra opción

VI
La violencia podría alcanzar cotas inimaginables si se cumple lo expresado por Trump, que acosado por su insania, su irresponsable tratamiento del coronavirus que ya ha producido cien mil muertes, los problemas económicos y estos recientes incidentes, le pueden pasar factura y perder en noviembre frente al anodino Biden, y peor, si es que cumple su promesa de balear a los manifestantes, que son mayoritariamente votantes por los demócratas.
Y como dice Roger Senserrich: “En todo caso, el mes de mayo en Estados Unidos ha acabado teniendo una pandemia como la de 1918, una depresión económica como la de 1929, y disturbios raciales como 1968. Si en otoño seguimos así, no sé qué presidente podría llegar a ser reelegido en estas circunstancias. Quizás Trump vuelva a tener suerte, pero ha tenido el peor mes que se le recuerda a un presidente (asesinatos aparte) desde enero de 1860”.
Protestas en Arequipa por Tía María

VI
I
La violencia, digámoslo claramente, está desacreditada. Diríamos estigmatizada, todos los dirigentes y autoridades se sienten con el derecho de castigar y sancionar y poner en vereda, léase la cárcel, o balear a los manifestantes – a la gente que en EEUU protesta por el asesinato de Floyd y todo lo que representa - porque utilizan la violencia contra el sistema.
Pondremos, entonces ejemplos de actos violentos protagonizados por los que están abajo, que nos parecerían justificados. Los pobladores del valle que alberga la riqueza minera que explotará el proyecto Tía María, deciden manifestarse y cortan el tránsito en las carreteras aledañas al dichoso proyecto. ¿Por qué se “portan así”? Digamos, que entre muchas razones esgrimen dos que nos parecerían básicas: una, que no han sido consultados para que la minera siente sus reales en el valle y, dos, que las actividades de la empresa contaminarán de tal grado la tierra, los ríos, los humedales y hasta las aguas subterráneas, que acabará con su forma de vida y con sus subsistencias. ¿Cómo reacciona el Estado? Criminalizando la protesta y dotando a fiscales y jueces de poderes extraordinarios, para que, en nombre del abstracto Estado de Derecho, sancionen a los infractores con penas larguísimas de encierro. O que, como en el caso de un famoso alcalde de la provincia cusqueña de Espinar, violando ese mismo Estado de Derecho lo juzguen en jurisdicción distinta, digamos Ica, cuando apoyaba las protestas contra otra minera, la suiza Glencore y por las mismas razones.
VIII (y final)
El derecho natural legitima la violencia. Es una herencia de las teorías sobre el contractualismo como origen del Estado y la superación del Estado de Naturaleza de Hobbes, digamos, o el acuerdo de todos los ex buenos salvajes de Rousseau, de someterse a la voluntad general, pero sin renunciar a sus derechos naturales en una democracia igualitaria. ¿Qué es lo que se legitima? ¿la violencia o sus objetivos? Si la violencia es solo un mecanismo de defensa o si su aplicación solo persigue la sumisión de los gobernados, esa es una larga discusión.
Desigualdad y discriminación (tal vez seamos iguales en la partida, pero no en la llegada) son un problema histórico, un problema que atañe a la misma estructura del Estado. Así, desde la colonia. Recuérdense la República de indios y la República de españoles durante todo el coloniaje, sin mencionar el estatus diferente que adquirieron las etnias aliadas de los españoles y las que fueron enemigas de los incas; la postergación de los indios y mestizos que lucharon por la independencia y que solo fueron “carne de cañón”, ya que pelearon por ambos bandos; la fundación de la República en favor solo de los criollos; el Estado oligárquico o la República aristocrática del siglo XIX, etc.
Ahora mismo me acabo de enterar que las medidas de emergencia por la pandemia se han extendido, con sus prohibiciones inherentes, hasta el mes de setiembre y que la Casa Blanca mantendrá cerrados sus alrededores hasta el 10 de junio. No faltaba más!!!!



lunes, 4 de mayo de 2020

Sociedad Civil y Sociedad Política


La sociedad civil y sus componentes. El Acuerdo Nacional.
Sociedad civil: La Sociedad Civil designa al conjunto de las organizaciones e instituciones cívicas, voluntarias y sociales que forman la base de una sociedad activa, en oposición a las estructuras del Estado y de las empresas.

La Sociedad Civil se refiere a la esfera de acción colectiva no coercitiva que aglutina intereses, propósitos y valores comunes. Suele incluir una diversidad de espacios, actores y formas institucionales, las cuales varían según sus propios niveles.

La Sociedad Civil es un concepto que pertenece especialmente al contexto de la ciencia política y refiere a todos aquellos individuos con el título de ciudadanos de una sociedad determinada que actúan de manera colectiva, con el objetivo de tomar decisiones en lo concerniente al ámbito público, por fuera de cualquier tipo de estructura gubernamental.

Según algunos observadores de la realidad social y política, sin la existencia de este tipo de sociedad sería prácticamente inviable la forma de gobierno democrática, la sociedad civil es inherente e indispensable para que haya y se mantenga la democracia.

Por otra parte, la sociedad civil se encuentra conformada por dos elementos principales, por un lado, el conjunto de instituciones que manifiestan y defienden los derechos sociales, políticos e individuales y que son las que ejercen la función de propiciar su libre asociación y posibilitar su defensa en caso de necesitarlo, ya sea del Estado, del Mercado, en fin, de quien lo necesite.
Y el otro elemento constitutivo son el conjunto de los movimientos sociales que constantemente se encuentran planteando y proponiendo valores, demandas, derechos y ejercen además una función de contralor respecto del cumplimiento de todos aquellos derechos otorgados.

Las organizaciones no gubernamentales, más conocidas como ONGs, las organizaciones no lucrativas (ONL), los clubes y cualquier otro tipo de asociación deportiva que exista. Los grupos religiosos, clubes sociales, sindicatos, colegios profesionales y las organizaciones barriales son algunas de las organizaciones más reconocidas y con las cuales nos podemos topar y por que no también, acudir en caso de necesitar su ayuda, su mediación, para resolver, por ejemplo, algún litigio con el estado o con cualquier otro actor social.


Actores del Acuerdo Nacional en el 2002
A manera de reflexión:
Será posible convocar a otro Acuerdo Nacional?
La Asociación Civil TRANSPARENCIA, en Pronunciamiento Público ha propuesto la necesidad de que la Sociedad Civil y Sociedad Política se reúnan para impulsar la realización de otro ACUERDO NACIONAL, que impulse otras POLÍTICAS DE ESTADO urgentes y necesarias en esta coyuntura social, económica y política atravesada por la aparición del COVID-19.

Entonces, qué es lo que ha pasado con el Acuerdo Nacional, promovido por Toledo, en 2002, para que la organización Transparencia proponga otro?

Para que debería servir el ACUERDO NACIONAL?

En el Perú, después de la década infame en la que transcurrieron los gobiernos de Fujimori, se sintió, tanto a nivel gubernamental, como en las organizaciones de la Sociedad Civil, la necesidad de establecer consensos o acuerdos políticos:
  1. Para elaborar Políticas de Estado a largo plazo, 20 años, políticas o diseños políticos duraderos, de consenso, que ningún gobierno o partido político, en ese periodo de tiempo, modificaría o siquiera tergiversaría;
  2. Para proyectar una visión compartida del país y, de esa manera, aceptar los compromisos de la mesa política que resultó ser después el Acuerdo Nacional, con el objetivo de formular Políticas de Estado que todos los involucrados harían suyos y, por lo tanto, aceptarían y respaldarían;
  3. Para procurar acuerdos mínimos en aras de lograr la consolidación del sistema democrático, es decir, que el gobierno y los poderes, el poder político y los llamados poderes fácticos, y sus interlocutores de la Sociedad Civil, respalden las decisiones políticas, sociales y económicas que surjan de ese Acuerdo Nacional;
  4. Para propugnar el fortalecimiento de los partidos políticos, los que, como formadores de los futuros gobernantes, legisladores, alcaldes, regidores y funcionarios, tienen la enorme responsabilidad de seleccionar y promover líderes con sentido ético para ocupar plazas políticas que, por elección o por designación, necesitará nuestro país;
  5. Para construir consensos desechando los conflictos y ofrecer cada vez más una mayor transparencia en la toma de decisiones y promover una mayor y eficaz participación ciudadana en la vida política del país a través de las organizaciones reconocidas de la sociedad civil.
Cuáles fueron sus objetivos?

Con esos acuerdos los involucrados pensaron en superar la etapa dictatorial que habíamos sufrido y habilitar todas las políticas urgentes para construir, desde los cimientos y progresivamente, un país con valores democráticos. A este objetivo se le denominó Consolidación de la Transición Democrática; de esa manera se facilitaría llegar a un segundo objetivo: la Legitimación del Sistema Político, es decir conseguir el pleno respaldo de la ciudadanía a las políticas que resulten del diálogo en la mesa política llamada Acuerdo Nacional y también a las entidades políticas que actúen en este contexto; en tercer lugar, permitir a la Sociedad Civil expresarse de modo directo, es decir que académicos de las universidades, líderes religiosos, sindicales, barriales, etc. y en la misma mesa con los políticos expresen sus propuestas e inquietudes, pero con voz y voto, para aprobar las Políticas de Estado necesarias que otorguen la estabilidad que el país requiere para alcanzar un desarrollo sostenido; y, con todo este bagaje, construir un modelo político democrático excepcionalmente enriquecido por el diálogo permanente, desde las bases mismas del sistema hasta la cúpula donde se toman las últimas decisiones políticas.

Entonces, queda claro que el ciudadano de a pie participaría en el Acuerdo Nacional de manera indirecta: como militante a través de los partidos políticos; como miembro de las organizaciones y agrupaciones de la sociedad civil representadas en el diálogo y, haciendo uso de sus derechos constitucionales, al poner en marcha los mecanismos llamados medios de participación ciudadana, de los que disponemos legalmente (referéndum, revocatoria, etc.), para participar crítica y responsablemente en la vida del país, y no solamente “dejar hacer” política a los “políticos de siempre” y obtener los resultados que ya conocemos.

Breve historia de la firma del primer Acuerdo Nacional (AN)

La suscripción solemne del Acuerdo Nacional se realizó el lunes 22 de julio del 2002 en la sede del Poder Ejecutivo. Contó con la participación del Presidente Constitucional de la República y de los líderes tanto de los partidos políticos como de las organizaciones de la sociedad civil que lo conforman, todo ello en presencia de autoridades e invitados nacionales e internacionales.

Luego que el Presidente de la República y los líderes de los partidos políticos, de las organizaciones sociales e instituciones religiosas firmaran el AN, se realizaron ocho sesiones plenarias del Foro del AN. De esta manera quedó confirmada la “férrea e indeclinable” voluntad de los integrantes del AN de dar cumplimiento a las 29 Políticas de Estado como base de la transición y consolidación de la democracia, la afirmación de la identidad nacional y el diseño de una visión compartida del país a futuro.

Publicado originalmente el 24 de mayo del 2004. Desde su nacimiento, el AN ya no contó con el apoyo del partido Unidad Nacional. La existencia de este Foro no impidió, sin embargo, que los trabajadores y sus organizaciones convocaran a un Paro para el 14 de julio, que, aunque fracasó sirvió para mostrar que el AN como mecanismo de diálogo funcionaba, pero que no llegaba a acuerdos reales ni ofrecía soluciones a los problemas coyunturales y menos a los estructurales o de largo aliento. Aun así, se le encomendó la misión de dialogar sobre el futuro de la Constitución del Perú: si se reformaba o se derogaba, convocándose a una Asamblea Constituyente.

Los sectores políticos de la derecha, encabezados entonces por Lourdes Flores, lo abandonaron inmediatamente. Como el PPC era una de las candidaturas presidenciables presentes en el Foro y firmantes del Acuerdo, seguramente que muchas de las políticas de Estado aprobadas no le gustaron nada. O que, como dicen algunos, el AN como convención solo sirvió como un pacto de no agresión previo al proceso electoral. No fue jamás la Hoja de Ruta que pretendió ser, pues, si se lee bien, es un plan imposible de cumplir.

A pesar de que el mal llamado Partido del Pueblo participó en las reuniones del Foro del AN y que, seguramente, aportó algunas iniciativas que se transformaron en “políticas recomendables” abandonó, y seguramente abjuró, instigado por sus nuevos socios fujimoristas, a la discusión sobre el tema constitucional, inclusive a pesar de haberlo planteado como parte de su plataforma electoral para el 2006. Ni que decir con las grandes recomendaciones del AN, para el APRA gran amigo de las transnacionales privadas y del sector antinacional del empresariado peruano, que forma parte indudable de lo que se conoció en su momento como DBA (Derecha Bruta y Achorada). La solución violenta de los conflictos de Bagua e Islay, la negativa a modificar el terrible paquete de leyes anti laborales heredados de la dictadura fujimorista, la corrupción de muchos de sus funcionarios y de miembros connotados de su partido, etc. nos hacen confirmar que al dirigente del Apra de entonces, le importaba menos de un comino el tristemente famoso, por iluso e inaplicable, Acuerdo Nacional.

Para conocer que es el AN y cuáles son las Políticas de Estado que ha diseñado y lo sigue haciendo, nos enlazamos con: https://acuerdonacional.pe/ y https://acuerdonacional.pe/politicas-de-estado-del-acuerdo-nacional/politicas-de-estado%e2%80%8b/politicas-de-estado-castellano/

Para conocer el Pronunciamiento de Transparencia:

Nota: Para elaborar los textos sobre el Acuerdo Nacional y el Bien Común se ha usado, entre otros materiales, el texto de Formación Cívica y Ciudadana, libro de Consulta para el 5to. Año de Educación Secundaria. Autor Víctor Paredes Zegarra. Amauta Editores. Arequipa, 2009; llamando la atención al alumno-lector que cada cierto tiempo la temática de Ciencias Sociales se empobrece, en general, y la recortan cada vez más, ofreciendo cursos híbridos y, por eso, estériles.