Democracia
Es
un concepto muy popular y oscuro al mismo tiempo. La palabra
democracia se encuentra inscrita en casi todas las constituciones del
mundo. Hasta los regímenes que son de facto o dictatoriales o
aquellos que son presas del “lobismo”, y de otras “técnicas
para copar al Estado”, como las “puertas giratorias”, de las
grandes corporaciones multinacionales, reclaman que los reconozcamos
como democracias, y que sigamos su ejemplo, pues una de las razones,
para variar, esgrimidas por los Estados Unidos, a la hora de invadir
Irak, fue la democratización de todo Medio Oriente. Hubieran bastado que
comiencen a pedir cuentas a los corruptos y tiránicos líderes de la
monarquía saudita, pero aliados son aliados.
La
palabra democracia adolece de polisemia, que es una condición por la
cual una palabra tiene muchos significados posibles, y, sobre todo,
si se trata de una palabra de nuestro idioma. Entonces, el
significado de la palabra democracia se ha vuelto poco transparente
por la proliferación de tantos significados distintos.
Pero, entonces?
Pero, entonces?
El
significado básico de democracia es simple. Los individuos que
conforman una colectividad, generalmente una sociedad, se pronuncian
sobre un tema político. Aquella opción que recibe la mayoría de
votos es la que se impone. Simple.
Son
pocos los temas políticos en los cuales todos estamos de acuerdo y
resulta a veces difícil saber con certeza cuál es la mejor opción.
En este contexto de desacuerdos e incertidumbres, en donde opciones
encontradas pueden llevar a conflictos sociales y hasta a guerras
civiles, la democracia se ofrece como un mero procedimiento para
resolver las cosas atendiendo a la forma y no al fondo, es decir no a
lo sustancial. En otras palabras, se elige sin necesidad de decidir
qué opción es mejor para la colectividad.
Según
esta estrategia, la democracia debe limitarse a cumplir un
procedimiento claramente establecido. Debe contentarse con asegurar
elecciones libres y universales, además de secretas, contar los
votos de manera correcta, y pronunciarse, oportunamente, sobre la
opción que ha obtenido la mayoría de los votos, de acuerdo a un
escrutinio que debe ser impecable, y proclamar a la lista u opción que haya ganado la justa electoral.
Entonces,
se trata de un procedimiento puro, pues en ningún momento son
tocados los valores e intereses que están en juego. Al mismo tiempo,
la democracia parece ser un procedimiento imparcial y
por ello justo. Al otorgarle a cada voto el mismo peso, el sistema o
gobierno que usa mecanismos democráticos, como las elecciones
generales, no parece privilegiar los intereses de unos por sobre los
otros.
Pero
el asunto no es tan simple, si bien la democracia es imparcial en
tanto asigna el mismo valor a cada uno de los votos, la democracia es
parcial en tanto privilegia los votos de una mayoría por sobre los
votos de una minoría ¿Por qué esta preferencia por la mayoría es
supuestamente imparcial? Una respuesta podría ser: porque a falta de
mejores alternativas ésta es la forma menos parcializada de tomar
decisiones. En conclusión, es mejor privilegiar a una mayoría, o a
una coalición de minorías, que privilegiar a una minoría. Y, si
las mayorías se equivocan? y eligen la peor opción?
A
falta de una democracia directa: PARTICIPACIÓN POPULAR EFECTIVA.
La
democracia podría ser la clave para encaminar el entendimiento entre
personas de diferentes status, de diferentes condiciones
socioeconómicas, etc. Pero, primero sería bueno saber ¿qué es
la democracia? Para muchos, y sobre todo los teóricos, la
democracia es el ejercicio de la soberanía del pueblo; pero si
llevamos esta definición a otros terrenos, significaría realmente,
abrir diálogos ciudadanos, cuyo fin último, sería propiciar la
participación del pueblo, considerando que el aporte para la
solución de los problemas surgiría no solo de los especialistas
sino también de ciudadanos interesados en la cuestión social, y de
hecho, en la política, y por eso, harto comprometidos con el cambio
y el desarrollo.
En la antigua democracia ateniense la mayoría de los cargos públicos eran elegidos por simple sorteo entre los ciudadanos, siendo una minoría aquellos en los que la elección se realizaba por votación. Los atenienses, verdaderos practicantes del ejercicio democrático, inventaron un término para distinguir a quienes solo se preocupaban de sus asuntos personales y no les importaba nada lo que ocurría en la polis, en la ciudad. Pues, casi todos se ocupaban de los temas ciudadanos en asambleas, en los que todos tenían voz y voto, hasta los pastores, que dejaban a un lado sus rebaños y acudían a las reuniones a debatir y a reflexionar sobre los destinos de la ciudad. Esas personas despreocupadas de los asuntos comunes recibían el nombre de idiotis.
En la antigua democracia ateniense la mayoría de los cargos públicos eran elegidos por simple sorteo entre los ciudadanos, siendo una minoría aquellos en los que la elección se realizaba por votación. Los atenienses, verdaderos practicantes del ejercicio democrático, inventaron un término para distinguir a quienes solo se preocupaban de sus asuntos personales y no les importaba nada lo que ocurría en la polis, en la ciudad. Pues, casi todos se ocupaban de los temas ciudadanos en asambleas, en los que todos tenían voz y voto, hasta los pastores, que dejaban a un lado sus rebaños y acudían a las reuniones a debatir y a reflexionar sobre los destinos de la ciudad. Esas personas despreocupadas de los asuntos comunes recibían el nombre de idiotis.
También
en los cantones suizos, y desde el siglo XII, se usa la democracia
directa para resolver conflictos y controversias. Por ejemplo, cuando
Glencore se fusionó
con Xtrata, el
principal ejecutivo de la compañía suiza Glencore, que tenía su
domicilio fiscal en la pequeña
ciudad de Hedingen,
tenía derecho a unas
regalías por éste hecho, del mismo modo como también
tuvieron
participación en las ganancias los 20 mil habitantes de esa pequeña ciudad. Decidieron usar el procedimiento denominado referéndum para DECIDIR si se repartían el dinero o lo donaban para paliar los daños que
había hecho la minera
en la localidad de Tambogrande, en nuestro país.
Importante, no?
Importante, no?
La
participación, entonces, tiene dos posibilidades, una de
carácter resolutivo y otra de carácter educativo. Es bueno destacar que, en este caso, cuando la toma de decisiones permite que
el pueblo se eduque, lo que se necesita son ideas constructivas
que faciliten la solución, y no como algunos ciudadanos que
están acostumbrados solamente a “formular denuncias” sin
plantear soluciones y, menos, educarse en el proceso.
Todos
integramos grupos que reflejan distintas necesidades y que exigen
nuestra participación y colaboración de manera activa y directa, ya
sea para organizarnos en rondas de vigilancia vecinal o para
sindicalizarnos y participar en una medida de protesta.
Todo
ciudadano tiene el derecho y la obligación de tomar parte en las
actividades de su comunidad para alcanzar un fin común que
beneficiará a todo el grupo en su conjunto, permitiendo que sus
componentes alcancen una mejor calidad de vida y se reduzcan sus
niveles de pobreza, contribuyendo, qué duda cabe, al progreso y
desarrollo del país, la comunidad y los individuos.
Así
pues, es legítima la participación de los ciudadanos en la
gestión pública, es decir, en la administración que hace el
Estado de los recursos de todos, para establecer prioridades, determinar acciones o pedir
cuentas, es decir cuestionar el ejercicio público de funcionarios
concretos, si es que no han cumplido con lo pactado, ni siquiera con
lo prometido. Ejercemos nuestro derecho y deber de participación
ciudadana cuando exigimos resultados de políticas determinadas,
presentando denuncias ante las respectivas instancias de control o
recurrimos a la Defensoría del Pueblo para buscar asesoría y/o
protección en relación con nuestros derechos ciudadanos.
Vimos que la participación ciudadana es definida como un conjunto de sistemas o mecanismos por medio de los cuales los ciudadanos, es decir, la sociedad civil en su conjunto, pueden tomar parte de las decisiones públicas, o incidir en las mismas, buscando que dichas decisiones representen sus intereses, ya sea de ellos como particulares o como un grupo social. La Constitución Política del Perú no solo introduce el derecho a la participación en los asuntos públicos de los ciudadanos.
ResponderEliminarAlumno del 4to "F"
Carlos Luis, Barrientos Esquen
¡Buenos días, tardes o noches a todo aquel que este leyendo mi opinión sobre el tema!
ResponderEliminarGarcia Huillca, Angelo (4to "E").
Opino que la democracia es cuando Los individuos que conforman una colectividad, generalmente una sociedad, se pronuncian sobre un tema político. Aquella opción que recibe la mayoría de votos es la que se impone.
Y sin ello seria un gobierno autoritario.
Buenas noches, profesor Uri.
ResponderEliminarLa democracia y la participación ciudadana, es bueno para la convivencia ciudadana y es lo principal para cada país.
Permite el libre pensamiento y la expresión de las personas en todas sus magnitudes, es decir, la libre expresión Y forma de pensar es libre, no existe impedimento para ello, mientras no vulneres el derecho de otras personas eres libre de expresarte.
Además en democracia el libre pensamiento no debería vulnerar el derecho de otras formas de pensar, el respeto es lo que debería prevalecer....
En el Perú, la democracia es el sistema que gobierna en el país, la libre elección y las formas de expresión son libres, y eso es favorable para nosotros los ciudadanos, ya que participamos en ello.
Existen diversos países, como en medio Oriente, donde las expresiones de ideas son impuestas esas no se llaman democracias; por ende es esencial, que todos podamos contribuir a la democracia y participación ciudadana.
Mia Pinto, 4° F.